31.1.15

LOGIC, n. The art of thinking and reasoning in strict accordance with the limitations and incapacities of the human misunderstanding.



[Não acreditando em nada, só a lógica me fará acreditar em alguma coisa. Se quero que o mundo gire melhor? Muito. Se acredito? Falta(-me/lhe) a lógica.]


[...]

Y ahora voy a contarles brevemente la historia de cómo conseguí mi canción.

Yo era un guitarrista indiferente. Solo me sabía unos cuantos acordes. Me sentaba con mis amigos, bebía y cantaba, pero nunca me vi como un músico o un cantante. Un día, a principios de los años sesenta, estaba de visita en casa de mi madre. Su casa estaba cerca de un parque con una pista de tenis donde íbamos a ver jugar al baloncesto. Era un lugar que conocía de mi infancia. Me paseé por allí y encontré a un joven tocando una guitarra flamenca. Me encantó, estaba rodeado de algunas chicas y me senté a escucharlo, me cautivaba, yo quería tocar así, aunque sabía que nunca lo lograría.

Me acerqué a él y nos entendimos medio en francés medio en inglés y pactamos unas clases en casa de mi madre. Era un joven español. Al día siguiente se presentó. Me dijo: “Déjame escucharte tocar algo”. Lo hice y declaró que no tenía ni idea. Él cogió la guitarra, la afinó, me la devolvió y dijo: “No suena mal. Ahora tócala de nuevo”. No cambió mucho. La cogió otra vez y me dijo: “Te voy a enseñar unos acordes”. Tocó una secuencia rápida de acordes y luego me explicó dónde tenía que poner los dedos y me dijo otra vez: “Ahora toca”. Pero fue un desastre.

Al día siguiente, empezamos de nuevo con esos seis acordes. Muchas canciones flamencas se basan en ellos. Al tercer día la cosa mejoró. Aprendí los seis acordes. Al día siguiente el guitarrista no volvió por casa. Dejó de venir. Como yo tenía el número de la pensión donde se alojaba fui a buscarlo para ver que le había pasado. Allí me contaron que aquel español se había suicidado, que se había quitado la vida. Yo no sabía nada de él, de qué parte de España era, por qué estaba en Montreal, por qué estaba en la pista de tenis, por qué se había quitado la vida.

Sentí una enorme tristeza. Nunca antes había contado esto en público. Esos seis acordes, esa pauta de sonido, ha sido la base de todas mis canciones y de toda mi música y quizá ahora puedan comenzar a entender la magnitud del agradecimiento que tengo a este país. Todo lo que han encontrado favorable en mi obra viene de esta historia que les acabo de contar. Toda mi obra está inspirada por esta tierra. Así que gracias por celebrarla porque es suya, solo me han permitido poner mi firma al final de la última página. "


LEONARD COHEN, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011.



29.1.15

Abandoned House




Galo Galo


Galo galo 
de alarmante crista, guerreiro, 
medieval. 

...

Galo: as penas que 
florescem da carne silenciosa 
e o duro bico e as unhas e o olho 
sem amor. Grave 
solidez. 


...

O galo permanece — apesar 
de todo o seu porte marcial — 
só, desamparado, 
num saguão do mundo. 
Pobre ave guerreira! 




A Pombinha da Mata


Três meninos na mata ouviram 
uma pombinha gemer.



"Eu acho que ela está com fome", 
disse o primeiro,
"e não tem nada para comer."



Três meninos na mata ouviram 
uma pombinha carpir.

"Eu acho que ela ficou presa",
disse o segundo,
"e não sabe como fugir."



Três meninos na mata ouviram
uma pombinha gemer.

"Eu acho que ela está com saudade",
disse o terceiro,
"e com certeza vai morrer."




28.1.15

última obra antes de morrer, toda ela amor

Prólogo a "Los conjurados", Jorge Luis Borges, 1985.

A nadie puede maravillar que el primero de los elementos, el fuego, no abunde en el libro de un hombre de ochenta y tantos años. Una reina, en la hora de su muerte, dice que es fuego y aire; yo suelo sentir que soy tierra, cansada tierra. Sigo, sin embargo, escribiendo. ¿Qué otra suerte me queda, qué otra hermosa suerte me queda? La dicha de escribir no se mide por las virtudes o flaquezas de la escritura. Toda obra humana es deleznable, afirma Carlyle, pero su ejecución no lo es.

No profeso ninguna estética. Cada obra confía a su escritor la forma que busca: el verso, la prosa, el estilo barroco o el llano. Las teorías pueden ser admirables estímulos (recordemos a Whitman) pero asimismo pueden engendrar monstruos o meras piezas de museo. Recordemos el monólogo interior de James Joyce o el sumamente incómodo Polifemo.

Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso. No hay poeta, por mediocre que sea, que no haya escrito el mejor verso de la literatura, pero también los más desdichados. La belleza no es privilegio de unos cuantos nombres ilustres. Sería muy raro que este libro, que abarca unas cuarenta composiciones, no atesorara una sola línea secreta, digna de acompañarte hasta el fin.

En este libro hay muchos sueños. Aclaro que fueron dones de la noche o, más precisamente, del alba, no ficciones deliberadas. Apenas si me he atrevido a agregar uno que otro rasgo circunstancial, de los que exige nuestro tiempo, a partir de Defoe.

Dicto este prólogo en una de mis patrias, Ginebra.
J.L.B.

26.1.15

«Antes de un viaje, cerrados los ojos, juntas las manos, abríamos al azar el atlas y dejábamos que las yemas de nuestros dedos adivinaran lo imposible: la aspereza de las montañas, la tersura del mar, la mágica protección de las islas. La realidad era un palimpsesto de la literatura, del arte y de los recuerdos de nuestra infancia, tan semejante en su soledad.»*







*Atlas, Jorge Luis Borges e María Kodama


El Idioma Analítico de John Wilkins

Esas ambigüedades, redundancias y deficiencias recuerdan las que el doctor Franz Kuhn atribuye a cierta enciclopedia china que se titula Emporio celestial de conocimientos benévolos. En sus remotas páginas está escrito que los animales se dividen en

(a) pertenecientes al Emperador, 
(b) embalsamados, 
(e) amaestrados, 
(d) lechones, 
(e) sirenas, 
(f) fabulosos, 
(g) perros sueltos, 
(h) incluidos en esta clasificación, 
(i) que se agitan como locos, 
(j) innumerables, 
(k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, 
(l) etcétera, 
(m) que acaban de romper el jarrón, 
(n) que de lejos parecen moscas.



25.1.15

O Último Leitor

Aviso todo aquele que escutar as palavras da mensagem profética deste livro: se alguém lhe acrescentar alguma coisa, Deus acrescentar-lhe-á as pragas aqui descritas. E se alguém tirar palavras deste livro de profecia, Deus tirar-lhe-á a sua parte da árvore da vida e da cidade santa, descritas neste livro. A redacção parece-lhe desajeitada, com repetições evitáveis; relê em silêncio e só então ergue o olhar. A terceira senhora fala-lhe dos riscos que a sua alma corre por andar modificar frases sagradas e expressa alguns argumentos que Lucio já não ouve; tem a cabeça na passagem bíblica. Qual a razão daquela advertência? Qual o motivo daquela mensagem que nenhum escritor se atreveria a dirigir ao seu editor? Nem sequer um poeta com o ego dilatado por um prémio Pavlov. Uma vírgula, um acento, e acabarei contigo, tirar-te-ei a árvore. Que feitio tem este autor da Bíblia, dizia para si. As senhoras proferem uma ameaça e saem do local. Lucio continua uns segundos absorto naqueles versículos. Retrocede uma página para ler o princípio do capítulo. Depois o anjo mostrou-me um rio de água da vida, transparente como um cristal... Transparente como um cristal?, questiona Lucio, não conhece símile mais vulgar, talvez o de alguns narradores nórdicos que falam em rostos brancos como a neve sem pensar nas pessoas do deserto que jamais viram nevar. Passa as páginas para trás até chegar ao primeiro capítulo do Génesis. No princípio Deus criou os céus e a terra. Abana a cabeça. Qual a necessidade de esclarecer que o princípio é o princípio? Risca as duas primeiras palavras e lê em voz alta: Deus criou os céus e a terra. Muito melhor, diz.

[O Último Leitor, David Toscana, Oficina do Livro, p. 145/146]
itálico meu, apenas para facilitar a leitura

24.1.15

«devolve-me o coração»

In the desert
I saw a creature, naked, bestial,
Who, squatting upon the ground,
Held his heart in his hands,
And ate of it.
I said, “Is it good, friend?”
“It is bitter—bitter,” he answered;

“But I like it
“Because it is bitter,
“And because it is my heart.”

[Stephen Crane, The Black Riders and Other Lines]

-//-

No deserto
vi uma criatura nua, brutal,
que de cócoras na terra
tinha o seu próprio coração
nas mãos, e comia...
Disse-lhe: «É bom, amigo?»
«É amargo -- respondeu --,
amargo, mas gosto
porque é amargo
e porque é o meu coração.»

[Herberto Helder, As Magias: Poemas Mudados Para Português, Assírio & Alvim, p. 35] 

23.1.15

The Fragility of Time



Breve o dia, breve o ano, breve tudo. 
Não tarda nada sermos. 


21.1.15

Funeral Blues

Stop all the clocks, cut off the telephone,
Prevent the dog from barking with a juicy bone,
Silence the pianos and with muffled drum
Bring out the coffin, let the mourners come.

Let aeroplanes circle moaning overhead
Scribbling on the sky the message 'He is Dead'.
Put crepe bows round the white necks of the public doves,
Let the traffic policemen wear black cotton gloves.

He was my North, my South, my East and West,
My working week and my Sunday rest,
My noon, my midnight, my talk, my song;
I thought that love would last forever: I was wrong.

The stars are not wanted now; put out every one,
Pack up the moon and dismantle the sun,
Pour away the ocean and sweep up the wood;
For nothing now can ever come to any good.


W. H. Auden

O Salva Vidas

Um lugar dentro deste bote não era muito diferente do que estar em cima de um cavalo bravo que, diga-se, não é muito mais pequeno. A embarcação erguia-se, empinava-se e lançava-se como um animal. À medida que cada onda se aproximava e ele se elevava, parecia um cavalo a saltar por cima de uma vedação altíssima. A maneira como se contorcia através destas paredes de água era algo místico e, para além disso, era por cima destas que se encontravam os problemas na água branca, a espuma que escorria com rapidez em cima de cada onda, exigindo um novo salto e um outro no ar.

[O Salva Vidas, Stephen Crane, Estrofes & Versos, p. 7]


16.1.15

15.1.15

efémero



11.1.15

«Que ninguém nos dome, que ninguém tente reduzir-nos ao silêncio branco da cinza, pois nós temos fôlegos largos de vento e de névoa para de novo nos erguermos e, sobre o desconsolo dos escombros, formarmos o salto que leva à glória ou à morte, conforme a harmonia dos astros e a regra elementar do destino.»




Citizen Kane (1941)

Leland: I can remember everything. That's my curse, young man. It's the greatest curse that's ever been inflicted on the human race: memory.




[ainda sobre o tempo da memória e a memória no tempo. ainda sobre a vida e se continua a ser vida, quando não há memórias a marcar o tempo. ainda sobre o sentido da vida ser o de coleccionar memórias. ainda sobre a arte de perder.]


10.1.15

The Gravedigger's Song






Dos filmes que me fizeram chorar: Still Alice





in Animais Cheios de Movimento no Inverno

Acendem-se
as mulheres sobre as tarolas aflitas
da seara as mais antigas

as que vão à janela

despedem-se antes do beijo
assentando o láudano nas cesuras infectas.

entreolham-se.

e passam a mão nas cãs e nas estrigas obsoletas
da madrugada.

e arqueiam o corpo sobre o corpo
obsoleto da aluvião.

correram muito muitas eras dando à luz na noite.

depois
depois de regressadas
às velhas casas

atearam o pânico nas leiras
e o riso no corpo.

e acreditaram ser possível rir infinitamente.

agora não.
estão como entontecidas estranhas mães de dezembro

lambendo nos pés a febre.


Pedro Gil-Pedro

9.1.15

Je suis


First they came for the Jews

            and I did not speak out because I was not a Jew.

Then they came for the Communists

            and I did not speak out because I was not a Communist.

Then they came for the trade unionists

            and I did not speak out because I was not a trade unionist.

Then they came for me

            and there was no one left to speak out for me.


Martin Niemöller

3.1.15

Dangerous Liaisons (1988)

Madame de Rosemonde: I'm sorry to say this, but, those who are most worthy of love are never made happy by it.
Madame Marie de Tourvel: But, why? Why should that be?
Madame de Rosemonde: Do you still think men love the way we do? No... men enjoy the happiness they feel. We can only enjoy the happiness we give. They are not capable of devoting themselves exclusively to one person. So to hope to be made happy by love is a certain cause of grief.